Vidas en Ciencia: Santiago Ramón y Cajal

Todo tiene un comienzo. El cerebro ha sido objeto de interés de los humanos desde el comienzo de la historia, desde los procedimientos de momificación de los egipcios, hasta las cirugías con oro de los nativos originarios del continente americano. Pero muchos marcan el origen del inicio de las neurociencias en un punto específico, más detalladamente, con una persona específica.
Santiago Ramón y Cajal (1 de mayo de 1852- 17 de octubre de 1934) es conocido como el padre de la neurología y las neurociencias. Un hombre con una vida sacudida con desgracias como con éxitos rotundos.
Su acercamiento principal a las neurociencias se dió cuando conoció a Camillo Golgi, con quien estableció una gran amistad e hizo parte de los estudios que lo conocieron como el padre de las neurociencias. Ramón y Cajal se preguntaba algo que en ese momento no tenía una respuesta: ¿cómo viajaba un impulso neuronal a través del cerebro? Junto con Golgi estudio las células mediante el método de tinción de Golgi, ganando en 1906 de manera conjunta el Premio Nobel de Medicina por su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso. Posteriormente escribió su doctrina de la neurona: una teoría que planteaba que las neuronas eran células individuales que envían y reciben información, teoría que actualmente constituye la base de las neurociencias modernas. Esta teoría describe cómo fluía información por el cerebro, mientras las neuronas se comunicaban entre ellas para poder hacer fluir esta comunicación, a través de maneras direccionales a través del espacio que hay entre ellas desde los axones hasta las dendritas ramificadas. Dichos huecos entre neuronas fueron denominadas sinapsis. La confirmación de esta teoría fue algo que lamentablemente Ramón y Cajal no pudo ver.
Ramón y Cajal unificó su pasión por lo que hoy denominamos neurociencias y el arte, siendo sus dibujos y bocetos de neuronas sus obras más conocidas mundialmente. Dentro de su pasión sobre neuronas y dibujos, uno de sus trabajos más notorios fue el estudio de las neuronas de cerebelo, las neuronas de Purkinje y las células piramidales, enfocadas, entre otras cosas, al movimiento del cuerpo.
Entre otros enormes logros, Ramón y Cajal fue pionero de la descripción de las diez sinapsis que componen a la retina, ganó la plaza de director del Museo Anatómico de Zaragoza, obtuvo la cátedra de Anatomía General de la Universidad de Valencia, publicó más de 200 publicaciones en revistas españolas y extranjeras sobre sus estudios y descubrimientos y fue el primer presidente de la junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento.

Comparte este artículo

Share on facebook
Share on linkedin