Síntomas psicológicos, fatiga mental y adherencia a las restricciones después de 72 días de cuarentena estricta durante la pandemia de COVID-19 en Argentina.

Desde marzo del año 2020, una prolongada y temprana cuarentena fue adoptada en Argentina a partir de la primera ola de COVID-19. Reportes anteriores evidenciaron elevados síntomas psicológicos como consecuencia de los protocolos de aislamiento (1). A raíz de esto, un equipo de INECO liderado por los Dres. Fernando Torrente y Adrián Yoris, se propusieron investigar el estado emocional en la población argentina en el contexto de aislamiento. En específico, se plantearon tres preguntas: ¿la cuarentena prolongada está asociada a síntomas elevados de depresión y ansiedad?, ¿la fatiga mental está asociada a la adherencia a la cuarentena (un fenómeno conocido como “fatiga comportamental”)?, y ¿las preocupaciones financieras están asociados con la adherencia a la pandemia y los síntomas emocionales?

Para explorar estos aspectos, se utilizaron diferentes instrumentos, como cuestionarios sociodemográficos, de ánimo y ansiedad, escalas de intolerancia a la incertidumbre, de pensamientos negativos repetitivos, fallas cognitivas, sensación de soledad, fatiga mental, entre otros, que fueron respondidos por 3617 individuos argentinos mayores de 18 años a los 72 días de establecidas las medidas de aislamiento en Argentina.

Esta investigación encontró que, por un lado, los puntajes de ánimo decaído y ansiedad fueron más altos que los de un reporte previo dos meses antes (2), y que, en concordancia con reportes previos, los bajos ingresos económicos, menor edad, la existencia de tratamientos de salud mental previos a la pandemia y el pertenecer al sexo femenino están asociados con mayores niveles de síntomas depresivos y de ansiedad.
En cuanto a la fatiga mental, la misma se correlacionó de manera alta con las escalas de síntomas emocionales, y fue la segunda variable más relevante para predecir síntomas depresivos. La fatiga mental estuvo asociada a percibir la cuarentena como una experiencia difícil. Contrario a lo hipotetizado, la mayoría de las personas tuvieron una alta adherencia a la cuarentena a pesar de la fatiga mental al momento del estudio.
Por último, este estudio encontró que las preocupaciones financieras no estaban asociadas con la adherencia a la cuarentena al momento de este estudio.

En su conjunto, estos resultados indican que las restricciones prolongadas tienen un costo emocional, pero que muchas personas, aun así, mantuvieron comportamientos seguros con respecto a la propagación de la pandemia por variadas razones, más allá de la fatiga mental y los problemas económicos que pudieran presentarse. En este estudio, solamente el nivel de amenaza percibida a raíz del COVID-19 y el nivel percibido de riesgo de infección se correlacionaron con la adherencia a la cuarentena.

Mientras esperamos la inminente llegada de una nueva ola de COVID-19, es importante destacar que las investigaciones científicas pueden aportarnos algo de luz en aspectos relacionados a los motivos por los cuales las personas se comportan de la manera en que lo hacen. En base a la evidencia existente, la conciencia social sostenida sobre la persistencia de los peligros de la pandemia podría constituir un factor relevante para mantener comportamientos protectores o iniciar nuevos tipos de medidas restrictivas. Al mismo tiempo, la promoción de comunicaciones centradas en los resultados negativos y las amenazas pueden empeorar el estado emocional de la población.
Una de las aplicaciones principales de las evidencias presentadas en este trabajo podría ser la consideración de nuevas estrategias de salud pública para asegurar una atención adecuada para la amplia gama de necesidades en la salud mental derivadas por la pandemia; esto incluiría la provisión de tratamiento de salud mental a personas con condiciones pre existentes, identificando y asistiendo a grupos vulnerables, permitiendo así la detección temprana y rápido acceso a la atención para nuevos casos emergentes, y promoviendo conductas preventivas orientadas al bienestar de la población en general.

Bibliografía:

  • Brooks, S. K., Webster, R. K., Smith, L. E., Woodland, L., Wessely, S., Greenberg, N., & Rubin, G. J. (2020). The Psychological Impact of Quarantine and How to Reduce It: Rapid Review of the Evidence. SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.3532534

  • Torrente, F., Yoris, A., Low, D., Lopez, P., Bekinschtein, P., Vázquez, G. H., Manes, F., & Cetkovich, M. (2021). Psychological symptoms, mental fatigue and behavioural adherence after 72 continuous days of strict lockdown during the COVID-19 pandemic in Argentina. BJPsych Open, 8(1). https://doi.org/10.1192/bjo.2021.1065

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