Síndrome confusional: ¿Por qué es importante conocerlo?

Los síndromes confusionales o delirium son una alteración en las capacidades mentales que se caracteriza por presentar diversos déficits en cuestión de horas o muy pocos días. Este cuadro, frecuente en adultos mayores, se caracteriza por:

  • una reducción de la consciencia del entorno: poca o nula flexibilidad para cambiar de temas en una charla, altos niveles de distracción, etc. 
  • deterioro cognitivo: fallas en la memoria, principalmente de hechos recientes; desorientación temporal y/o espacial; dificultad en el habla, divagación o habla sin sentido; poca o nula comprensión de lo que se le dice; dificultad para leer o escribir. 
  • Alteraciones en el comportamiento: alucinaciones; agitación o momentos de violencia o agresión; gritos sin motivo; absoluta quietud o retracción inusual; alteración en hábitos de sueño. 
  • alteraciones emocionales: ansiedad, miedo irracional y/o paranoia; irritabilidad o enojo; depresión; euforia; cambios de humor en exceso rápido y completamente impredecibles; cambios bruscos en rasgos de personalidad. 

Se han clasificado entre tres tipos de delirios:

  • Delirio hiperactivo: el más frecuente y de diagnóstico más rápido, que incluye inquietud, agitación, cambios de humor muy rápidos, alucinaciones, paranoia y clara expresión de falta de voluntad al momento de colaborar o ser atendido por un profesional. 
  • Delirio hipoactivo: inactividad o actividad motora muy reducida en comparación a la movilidad cotidiana, somnolencia anormal o sensación de aturdimiento. 
  • Delirio mixto: presenta signos y síntomas de ambos delirios ya nombrados. El paciente suele pasar de estados hiperactivos a estados hipoactivos en muy poco tiempo y viceversa. 

El delirio y la demencia:

Es muy común que sean difíciles de distinguir la una de la otra por la similitud de los síntomas. Personas con demencia pueden tener síndromes confusionales y personas sin demencia también. Esto no significa que la persona que sufre un síndrome confusional tenga si o si, una demencia. 

La principal diferencia entre uno y el otro es que la demencia se caracteriza por un deterioro progresivo de alguna o algunas funciones cognitivas, mientras que el síndrome confusional es un déficit temporal que se puede deber a: 

  • sometimiento a anestesia por procedimientos quirúrgicos. 
  • excesivo dolor
  • privación de sueño o alteraciones emocionales agudas. 
  • deshidratación y desnutrición. 
  • infecciones urinarias, neumonías o cuadros gripales, principalmente en adultos mayores. 
  • enfermedades graves, crónicas o terminales
  • desequilibrios metabólicos, como niveles bajos de socio o de calcio
  • un episodio de toxicidad de medicamentos o sustancias

Por otro lado, existen diferencias claves que permiten el diagnóstico diferencial: los tiempos de aparición del síndrome confusional son muy breves, con síntomas agudos en cuestión de un par de días o incluso de horas, mientras que la demencia es un deterioro progresivo que puede darse en el curso de meses o incluso años; y por otro lado, la fluctuación de los síntomas: en el síndrome confusional los síntomas fluctúan con mucha frecuencia y suelen empeorar durante la noche, mientras que en las demencias, a pesar de tener mejores y peores momentos en el día, los niveles cognitivos del paciente, ya sean buenos o malos, son mucho más constantes. 

Al ser un síndrome de desarrollo tan rápido y abrupto, es importante saber por qué puede generarse y la importancia de acudir de manera urgente a una atención médica para poder disminuir cualquier síntoma que pueda ser un riesgo para la vida del paciente; y posteriormente realizar un correcto seguimiento/evaluación cognitivo y médico para evaluar el estado general del paciente. 

Bibliografía

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