La salud mental es tan importante como la salud física. Sin embargo, encontramos muchas situaciones en las cuales socialmente esta afirmación no es tenida en cuenta.
La salud mental es fundamental para nuestro correcto rendimiento en el trabajo. Nuestro capital mental, entendido como el conjunto de recursos cognitivos y emocionales de una persona, es el que nos permite diariamente tomar decisiones, interpretar información, hablar, intercambiar ideas. Es el cual nos permite ser creativos, aprender y mejorar en base a las experiencias vividas.
Actualmente sabemos que el bienestar mental y emocional es clave para las personas que trabajan en su ambiente laboral. Cada vez más, los trabajadores deciden renunciar a sus puestos en la búsqueda de lugares que priorizan el cuidado de la salud mental, en particular, las personas jóvenes. Al mismo tiempo, 1 de cada 5 personas sufre algún problema de salud mental asociado a su trabajo. Dentro de las problemáticas más frecuentes se encuentran la depresión, la ansiedad, el consumo de sustancias.
Los tiempos están cambiando. Durante los últimos 10 años hemos visto una revolución laboral, pero ya no industrial ni tecnológica, sino mental. La introducción de las neurociencias al campo de la aplicación en la vida cotidiana ha permitido nuevos conocimientos acerca del cerebro humano y de su desempeño. Hoy en día muchas empresas aplican estos conocimientos, generando programas de bienestar, actividades recreativas, y priorizando en muchos casos la contratación de personas que tengan cualidades como la capacidad de adaptarse a situaciones adversas y aprender a fortalecerse de esas experiencias, flexibilidad y adaptabilidad a cambios, creatividad e innovación. Pero aún continuamos con los cambios, todavía no es suficiente. Muchas empresas todavía no logran instaurar programas de bienestar que puedan mejorar la calidad de vida de sus equipos y por ende, mejorar la productividad en la empresa. Es imperioso fomentar la formación de mandos medios, personas a cargo y personal de recursos humanos orientada al bienestar y a la seguridad psicológica, conceptos fundamentales para mejorar los ambientes de trabajo y la calidad de vida de sus equipos.